By Alex S., Belén V. y Andrés D.
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Sinopsis
La política como circo de pueblo viene cargada de colores, panfletos y publicidad que crean un espejismo místico, transportándonos fuera de la realidad. El circo de pueblo nos deslumbra con gigantes carteles de animales y actos fantásticos, imitando a los tiempos de campaña. Y como en todo "buen" acto de circo, terminamos decepcionados con la función. Anticipo mis disculpas al circo por tan baja comparación, sabemos que ustedes sí hacen un trabajo honesto.
Contenido:
La política, en la actualidad, se maneja con dos circunstancias: un circo, conformado por payasos que los llamamos políticos y la necesidad angustiosa del pueblo por el pan de cada día, necesidad que estos "personajes" aprovechan para conseguir sus objetivos individuales en beneficio propio.
Remontándonos en la historia, hace un año estábamos en elecciones seccionales, donde todos los candidatos estructuraron su campaña con el mismo eslogan de: "somos el cambio"; cambio que todos anhelábamos por las múltiples violaciones y atropellos a los múltiples artículos de la constitución que actualmente nos "rigen" y "garantizan" el "buen vivir", que tanto se ha pregonado desde su estructuración por allá del 2008. Confiamos en que ellos, si entenderían el verdadero sentido de la palabra democracia, que es servir al pueblo, porque es el pueblo quién los elije. ¡PERO NOS EQUIVOCAMOS!
La realidad política en nuestro país, nos demuestra que sus actores no están sirviendo al pueblo, sino que, utilizan sus cargos para servirse del pueblo.
La actividad política se basa en un constante debate de integridad profesional entre sus integrantes, donde es difícil diferenciar quien cumple o no su labor asignada; cuando su verdadero trabajo es el de administrar eficientemente los recursos del estado durante su periodo de participación. Es de su responsabilidad cumplir las promesas de campaña, que dicho sea de paso, deberían ser propuestas adaptadas a las necesidades verdaderas del pueblo, velando por el bienestar del mismo y no ser impulsos del populismo que ofrecen utopías fuera de nuestra realidad, con la única intención de ganar votos.
Cuando hablamos de política y todo lo que esto implica en el Ecuador, para la gran mayoría de candidatos y votantes, resalta en la mente: trabajo "fácil", bien remunerado y la vía más accesible y rápida de superación económica personal y de los suyos.
Es de conocimiento público que, los políticos actuales gobiernan para ellos, dentro de sus necesidades de poder y dinero. Han hecho de la política un circo mediático, el populismo ha logrado escribir en la historia de nuestro país gobiernos y gobernantes sin un gramo de preparación profesional y mucho menos moral. Esto, ha provocado que que se pierda el rumbo de construir un país y una sociedad orientadas al desarrollo.
Transportándonos a la actualidad, nos damos cuenta hoy en día que, la política corrupta ha enfermado más al Ecuador que el popular Covid-19, enfermedad que, puede ser prevenible y manejada.
Como dice el dicho: "dale poder a la gente y verás lo que realmente es" frase con la que concluimos que, la política se convierte en una lotería o juego de azar, donde no conocemos a ciencia cierta, quien actuará de manera políticamente correcta.
Vivimos en una sociedad víctima de sus propias decisiones, donde reina la viveza criolla, el conformismo y el oportunismo; virtudes, si es que se las puede llamar así, que gobiernan todos nuestros pasos. Es así que, hablar de políticos buenos y malos radica de nuestra percepción individual del bien.
Si bien usé un poco este espacio de opinión, para elevar una crítica hacia lo nefasto de la política, según nuestra perspectiva. Les invito a los emprendedores para los cuales nació esta revista y a todos nuestros lectores, que nos unamos y empecemos a ser los agentes del cambio, actuando sobre los lineamientos de ética y moral individual, familiar, laboral y de urbanidad.
¿Cómo hacerlo en el ámbito empresarial?
Entregando nuestros pedidos a tiempo. Pagando al día los encargos con nuestros proveedores. Haciendo una pugna leal con nuestra competencia. Cumpliendo con todas las leyes que amparan a nuestros empleados.
¿Cómo hacerlo desde el papel del empleado?
Cumpliendo las responsabilidades de nuestro puesto laboral. Siendo participativos en el crecimiento empresarial. Adquiriendo hábitos de puntualidad, respeto y camaradería interpersonal.
Está en nosotros como emprendedores, ser un modelo a seguir para nuestros gobernantes en temas de una adecuada administración de recursos, pensando en el bien común, más allá del individual. Innovando y generando nuevas plazas de empleo. Reactivando así la economía y fomentando el desarrollo integral del país. #politiquería #corrupción #circo #política #circoopolítica
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