Autora: Belén Vallejos Calderón
SINOPSIS:
En algunas ocasiones hemos confundido los términos emprendedor y empresario. Creyendo que el empresario es aquel que creó su empresa de la noche a la mañana, sin conocer el esfuerzo que existe detrás. En otras ocasiones asumimos también hemos que los emprendedores son aquellos que quieren jugar a ser empresarios.
Los términos, podrían sonar similar pero existen unas pequeñas diferencias, que hoy te las mostramos.
CONTENIDO En esta entrada queremos analizar la diferencia que existe entre ser empresario y emprendedor. Para muchos los términos empresario y emprendedor puede significar exactamente lo mismo. Pero, ¿cuál es la diferencia si los dos generan dinero, dan empleo y pagan impuestos? Vamos a ir al significado de cada palabra para tener las ideas más claras y poder entender cuál es la diferencia. Según la RAE, el empresario es aquel que posee o dirige una empresa, mientras que el emprendedor crea un negocio con ideas innovadoras.
Para poder ampliar estas diferencias, si las hay, vamos a analizar los siguientes aspectos:
Origen de la idea o el giro del negocio
La productividad y competitividad
La competencia directa.
La idea de negocio:
Para un empresario la idea de negocio debe estar completamente estudiada, con un análisis de mercado definido para poder tomarla y con ello obtener mayores probabilidades de conseguir éxitos y beneficios con la misma. Mientras que para un emprendedor la idea de negocio es una constante toma de riesgos para desarrollar sus propios conceptos de negocio dedicando su tiempo, recursos e iniciativa.
Productividad y competitividad:
La productividad y competitividad para los empresarios, tiene un enfoque marcado. Con este enfoque buscan generar mayores ventas, para obtener mayores ingresos y como consecuencia irse posicionando como líderes de mercado en cualquiera de las actividades económicas en las que se encuentren. Mientras que para un emprendedor, sin dejar de lado que su emprendimiento también busca conseguir réditos económicos, su principal enfoque en torno a la productividad y competitividad es dejar un legado de cambio social en base al sueño con el que iniciaron su negocio.
Se debe aclarar que, no por esto, un emprendedor con este esfuerzo y dedicación no puedan conseguir transformar su negocio en una empresa líder dentro del mercado.
Competencia directa:
No se puede negar que en todo aspecto de nuestra vida existe competencia, que en cierto modo no es mala, pero hay que saber regular y canalizar hacia objetivos en común, como es el caso de los emprendedores. Ellos siempre buscan crear alianzas que les permitan crecer y fortificarse los unos con los otros mientras entran en el mundo empresarial. Y si acaso existe competencia para ellos, son su propio rival directo.
Pero para el empresario existe gran número de rivales al operar en un entorno de competencia; para conseguir sus objetivos se convierte en empleador y reúne equipos competitivos para obtener mayores utilidades y beneficios económicos para sí mismos. No obstante, hay que tener claro que al encontrarnos con competencia externa directa, debemos tomarla como una motivación que nos ayude a mejorar nuestro producto o servicio y no como un rival a vencer y destruir.
A pesar de las “diferencias” que analizamos aquí, creemos firmemente que un empresario no debe olvidarse de su corazón y alma emprendedora. No debe olvidar su origen al generar su idea para después formar su empresa. Debe siempre mantener la humildad para poder seguir creciendo en comunión con las personas que lo ayudan a crecer día a día.
En cuanto a los emprendedores, los invitamos a nunca dejarse vencer por las adversidades que el mundo del emprendimiento les pueda presentar. Sigan construyendo ese negocio que tanto han soñado hasta que logren formar una empresa y queden el paso para convertirse en empresarios. Una vez ahí sigan el consejo y la recomendación del párrafo anterior y tampoco olviden de dónde vienen. #Emprendedores #empresarios #negocios #rivalidad #oportunidades #emprender #empresa #marca