El desafío de la mujer anteña

Por Belén Vallejos C.

Hablar de mujeres siempre ha sido mención sobre belleza, nobleza u otros adjetivos que limitan a lo externo sobre la mujer. Sin embargo, a medida del tiempo nos hemos hecho notar por factores mucho más grandes que esos, como la fortaleza, empuje, lucha, inteligencia y templanza.

Actualmente, estamos viviendo una ola de cambios conceptuales y estructurales, una ola de protagonismos, donde la mujer ha ido ganando espacio, con determinación; ahora es normal ver a mujeres gerentes, mujeres líderes, desempeñando cargos que por tradición estaban ocupados por hombres.

Es digno de aplaudir a quienes han aceptado el desafío, de romper estructuras pero sobre todo romper paradigmas, con el respeto que esta lucha por la equidad ha significado, mujeres que prepararon su camino, que unieron esfuerzos por ser las protagonistas de una nueva historia, por ser el motor del mundo.

Todo esto me hace pensar: ¿Antonio Ante, tiene mujeres capaces de romper estructuras y paradigmas?

Muchas dirán si, porque hablar de mujeres anteñas es hablar de coraje, de alma inquebrantable y mujeres emprendedoras; mujeres que han sacado adelante a este cantón con la tenacidad de su trabajo. Somos un cantón textil porque el legado de la historia lo quiso así, de ahí nacen las obreras, las costureras, las modistas, las vendedoras, etc. Pero son pocas las que transcendieron de este grupo y se convirtieron en propietarias o empresarias, y nos obliga a pensar: ¿dónde quedó el sueño de las mujeres que luchaban por la igualdad?

¿Es un privilegio de pocas el no ser calificada en los empleos tradicionales? O ¿es una labor de las mujeres que no encajamos en ese grupo y les debemos a ellas?

Tal vez si, es una tarea pendiente de las que no estamos en ese grupo el poder hacer más por ellas, el poder compartir el conocimiento adquirido, el poder hablarle de que ellas son el motor de la industria anteña, que sus manos son las que hacen a este cantón próspero, que lo han convertido en el centro industrial de la moda del Ecuador, y que con su entrega y compromiso han sabido formar empresas, que con su trabajo han convertido de sueños a realidades; lo que los deja la pregunta, ¿por qué ellas no logran cumplir sus propios sueños?

Mi respuesta esta al inicio de este párrafo, la tarea pendiente. La tarea pendiente de compartir conocimientos, la tarea pendiente de enseñar al que no sabe, la tarea pendiente del verdadero empoderamiento femenino.

Quiero terminar este escrito dejándolos con la siguiente interrogante:

¿Cuál es la tarea pendiente de ti, para nuestro cantón?

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